Este artículo se reproduce con permiso del experto en herboristería Steven Horne.
Puede leer la primera parte de esta serie aquí.
El apoyo al organismo es un aspecto importante de la gestión del estrés. Si tu cuerpo carece de nutrientes vitales o siempre estás haciendo cosas que lo estresan sin tomarte tiempo para relajarte, acabarás experimentando más eustrés malsano.
Dale a tu cuerpo los nutrientes que necesita
La producción de neurotransmisores y hormonas requiere nutrientes, que los largos periodos de estrés pueden agotar. Cuanto más sana sea tu dieta, mejor podrás afrontarlo. Desgraciadamente, una forma que tiene la gente de intentar calmar su estrés es comer comida basura, sobre todo alimentos azucarados. Esto se debe a que los azúcares simples aumentan temporalmente los niveles de dopamina y serotonina en el cerebro. Desgraciadamente, los carbohidratos refinados también elevan el nivel de azúcar en sangre y provocan un gran bajón unas dos horas después. En cambio, si comes hidratos de carbono complejos, como frutas, verduras y cereales integrales, obtendrás un estímulo más sostenido y los nutrientes que tus nervios necesitan para funcionar correctamente.
También hay suplementos nutricionales que pueden ayudar. La vitamina C y las vitaminas del complejo B son especialmente importantes para el sistema nervioso en momentos de estrés. Un suplemento vitamínico antiestrés que contenga estas importantes vitaminas junto con hierbas que ayuden a calmar el sistema nervioso puede ser muy útil.
Los neurotransmisores requieren aminoácidos de las proteínas, por lo que cuando se está estresado, también ayuda a asegurarse de que está recibiendo la cantidad adecuada de proteínas. Un suplemento de algas que contenga espirulina, algas verde-azules y chlorella puede ser útil para esto.
El mineral sílice ayuda a la resistencia del sistema nervioso. Si no ingieres suficiente sílice y otros minerales para mantener sanos el pelo, la piel, las uñas, los huesos, las articulaciones y los dientes, también te resultará más difícil afrontar el estrés. Así que, por sorprendente que pueda parecer, una fórmula para el cabello, la piel y las uñas, que contenga cola de caballo, dulse, salvia y romero, también puede ayudarte a ser más resistente ante el estrés.
Otros dos minerales que pueden ser útiles cuando sientes que estás sometido a mucho estrés son el magnesio y el zinc. Ambos contribuyen a producir neurotransmisores calmantes en el cerebro, que pueden ayudar a relajarse y a conciliar el sueño. El magnesio es especialmente importante si te sientes tenso y nervioso, y te irritas o alteras fácilmente por cosas sin importancia. El zinc es importante si se siente irritable y de mal humor.
Dedica tiempo a cuidar tu cuerpo
Aunque es importante intentar hacer algo constructivo con los problemas a los que te enfrentas, esto no siempre significa hacer algo para abordar los problemas de frente. Dedicar tiempo a relajarse y desestresarse puede ser un paso importante para reducir la angustia.
En La receta del placer, el Dr. Paul Pearsall explica que las experiencias placenteras hacen más bien que las estresantes. Es una buena noticia, porque aunque no se pueden evitar todos los problemas y las experiencias estresantes, sí se pueden crear experiencias placenteras para contrarrestarlas.
La clave es que estas experiencias tienen que ser físicamente placenteras, provocando sensaciones placenteras en el cuerpo. Las actividades mentales, como ver vídeos, jugar o incluso leer, no calman el cuerpo. Ejemplos de cosas que sí ayudan son darse un masaje, sumergirse en una bañera o baño caliente, dar un paseo por la naturaleza y rodearse de fragancias agradables, colores calmantes o sonidos relajantes. Jugar con los niños, ser cariñoso con la pareja o dedicarse a una afición o actividad relajante son otros ejemplos de experiencias placenteras que se pueden crear.
La receta del placer consiste en hacer una lista de diez actividades que le resulten físicamente placenteras y dedicar al menos 20-30 minutos al día a una de ellas. Dedicar tiempo a estas actividades puede compararse con afilar una sierra o un hacha para cortar madera. Un instrumento de corte afilado facilita el trabajo, y seguir la receta del placer hará más fácil la tarea de enfrentarse a situaciones estresantes.
Si te cuesta pensar en cosas que puedas hacer, aquí tienes un buen punto de partida. Prueba a darte un baño de sales de Epsom todas las noches. Prepara una bañera con agua tan caliente como te resulte cómodo y añade 1-2 tazas de sal de Epsom al baño junto con algunos aceites esenciales relajantes. La lavanda, la manzanilla, la rosa, el jazmín y el ylang-ylang son buenas opciones. (Mezcla entre 10 y 20 gotas del aceite con un poco de jabón líquido cuando los añadas a la bañera). Enciende unas velas, pon música relajante, atenúa las luces y sumérgete durante al menos 15-20 minutos.
Obtenga la ayuda que necesita
Incluso los mejores de nosotros podemos sentirnos abrumados de vez en cuando, así que no tengas miedo de pedir ayuda cuando la vida se te haga demasiado difícil. Busca la ayuda de amigos, familiares y líderes espirituales, o acude a un consejero para que te ayude a analizar las cosas que te angustian y a adquirir las habilidades que necesitas para afrontarlas. También es útil rezar y buscar la fuerza y la sabiduría divinas para que te ayuden a afrontar las dificultades de la vida.
Hierbas para controlar el estrés
Si necesitas ayuda para relajarte y afrontar el estrés, recurre a las plantas medicinales. Pueden ayudarte a relajarte y a aumentar tu capacidad para afrontar el estrés.
Las nervinas son las hierbas que pueden ayudarte a relajarte. Junto con los nutrientes mencionados anteriormente, puedes probar a tomar una fórmula con nervinas, sobre todo por la noche, para relajarte y dormir mejor. Algunas hierbas útiles son el lúpulo, la valeriana, la pasiflora, la escutelaria, la verbena, la amapola de California y la agripalma. Prueba a tomar una fórmula que contenga hierbas como éstas.
Una buena fórmula relajante también puede contener ingredientes no herbales como l-treonina, magnesio, zinc, vitaminas del complejo B y CBD. El CBD puede ayudar a reducir tus reacciones de estrés porque ayuda a un proceso de retroalimentación en el sistema nervioso que calma los neurotransmisores que inducen el estrés.
Los adaptógenos son hierbas que pueden ayudar a aumentar su capacidad para hacer frente al estrés. Pueden ayudarle a tener más resistencia física y emocional cuando se enfrenta a los retos de la vida. Algunos ejemplos de adaptógenos son la ashwagandha, el cordyceps, el eleuthero, la albahaca santa, la maca, las setas reishi, la rhodiola, la schisandra y la suma. Si se siente cansado y le cuesta afrontar los problemas de la vida, pruebe a tomar una fórmula adaptógena que contenga hierbas como éstas.
Evita consumir drogas o alcohol para relajarte o afrontar el estrés. Aunque estas sustancias pueden enmascarar temporalmente los sentimientos estresantes, no ayudarán a resolver el problema.
A medida que aprendes y pones en práctica estas técnicas de gestión del estrés, recuerda que debes tener fe en que, sea lo que sea lo que te depare la vida, ¡podrás con ello!
Foto de Ian Stauffer en Unsplash