Can Music Heal You?

gong metálico

Hay cosas que suenan extrañas al oído occidental y modernista. La idea de que los sonidos y la música pueden curar entra en esa categoría. Pero siga leyendo si quiere conocer las investigaciones actuales en este campo.

 

El uso del ritmo musical se reconoce cada vez más como una valiosa herramienta de rehabilitación. Existe un gran potencial en el uso de la musicoterapia basada en el ritmo para tratar una amplia gama de afecciones, como trastornos del estado de ánimo, lesiones del sistema nervioso, TEPT, trastornos de pánico y otros problemas relacionados con el estado de ánimo.

 

Incluso un solo instrumento, como un tambor, tiene la capacidad de facilitar la atención plena y la concentración, razón por la cual la música sencilla se utiliza a menudo en las técnicas de meditación. Pero el poder de la música no acaba ahí. La resonancia experimentada en todo el cuerpo puede aliviar el estancamiento celular, disminuir el estrés y la ansiedad, reforzar la inmunidad y reducir la presión arterial. A nivel emocional, el sonido puede liberar emociones y traumas atrapados, fomentando una sensación de tranquilidad y seguridad en uno mismo.

 

Ya le advertí de que esto iba a sonar raro, ¡pero está a punto de volverse más raro! Las investigaciones actuales validan que las intervenciones musicales ayudan a reparar y regenerar el sistema nervioso central, incluida la restauración nerviosa de la médula espinal. Un campo de investigación en auge es la aplicación de la terapia rítmica para mejorar los trastornos del movimiento.

 

Por ejemplo, en la enfermedad de Parkinson, la terapia rítmica ha resultado eficaz para mejorar los patrones de marcha y la zancada. Del mismo modo, en los supervivientes de ictus, ayuda a reforzar las habilidades motoras del lado afectado del cuerpo. Estudios comparativos de diversos trastornos relacionados con el movimiento, como el ictus, el Parkinson, las lesiones cerebrales traumáticas, la esclerosis múltiple, el Alzheimer, la demencia y algunos casos de parálisis cerebral, demuestran que la intervención musical favorece la reorganización de los sistemas motores del cerebro, lo que se traduce en mejoras en el ritmo de la marcha, la zancada y la destreza, y en muchos casos muestra beneficios a largo plazo.

 

El tratamiento con sonido es barato y no tiene efectos secundarios. Dicho esto, incorporar estas terapias a la rutina diaria requiere tiempo y compromiso. Busque intencionadamente formas de introducir la música y el ritmo en su vida. He aquí algunas ideas:

 

  • Únete a un coro local, quizás en una iglesia u otra organización.
  • No utilices la televisión como ruido de fondo. Utiliza música en su lugar. Recuerda: muchos televisores inteligentes se conectan a servicios de música como Pandora y Spotify.
  • Ten en cuenta el ritmo que puede haber ya en tu vida (como las mecedoras).
  • Escuche música activamente. Conviértala ocasionalmente en su objetivo principal, en lugar de una actividad de fondo, y concéntrese en lo que realmente está sucediendo musicalmente. Este tipo de escucha es poco frecuente en la era moderna, pero hazlo.
  • Asistir a conciertos.
  • Explora vídeos de meditación y similares en YouTube. No te gustarán todos, pero puede que algunos conecten contigo.

 

Vivimos en una época increíble en la que casi toda la música es gratuita. Mientras que hace sólo unas décadas tenías que esperar lo mejor de unas pocas emisoras de radio o invertir en discos, cintas de casete y CD, ahora puedes escuchar toda la música que quieras o del tipo que quieras. ¡Aprovéchate!

 

Recuerda: una vida con música es una vida mejor. La música es buena para ti. Intenta llenar tu vida de sonidos saludables.

 

 

Foto de Paul Cuoco en Unsplash