Tanto si le gusta el chocolate, el café, el té o las bebidas energéticas, es muy probable que se encuentre entre los 89% de adultos estadounidenses que consumen cafeína regularmente.
No es de extrañar que este estimulante químico sea tan común. Muchos de nosotros crecimos comiendo chocolate y viendo a los adultos empezar el día con café o té. Como adultos que somos, algunos de nosotros dependemos de la cafeína para sobrellevar nuestros días de trabajo, mientras que otros disfrutan del ritual de una taza de café por la mañana.
Pero, ¿es la cafeína buena para nosotros? La respuesta es complicada.
Los pros de la cafeína
Mientras consumas menos de 400 mg de cafeína al día (200 mg al día si estás embarazada o en periodo de lactancia)los beneficios pueden ser significativos. La cafeína puede:
- Aumenta el estado de alerta y reduce la somnolencia
- Mejorar las funciones cognitivas como el tiempo de reacción, la memoria y el razonamiento
- Proporcionan un alivio leve del dolor
- Mejorar el rendimiento deportivo
Los contras de la cafeína
Todas las sustancias químicas, naturales o no, deben considerarse cuidadosamente antes de su uso. Aunque la cafeína aporta muchos beneficios, también puede tener efectos negativos, entre ellos:
- Aumento temporal de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la micción.
- Deterioro de la calidad del sueño, especialmente si se consume cafeína menos de nueve horas antes de acostarse.
- Toxicidad por cafeína, aunque es importante señalar que es extremadamente infrecuente. Estos raros casos suelen producirse por ingerir cafeína al mismo tiempo que otro estimulante natural o no natural, alcohol o un medicamento contraindicado.
Advertencias sobre la cafeína
Ese límite de 400 mg al día no es para todo el mundo. Las personas con ciertos problemas de salud (como afecciones cardiacas, por ejemplo) no deberían consumir cafeína en absoluto. El jurado también está deliberando sobre si se debe permitir el consumo de cafeína a niños y adolescentes: algunos expertos lo desaconsejan totalmente, mientras que otras fuentes (como esta revisión sistemática) sugieren limitar el consumo en función del peso corporal.
Algunas bebidas energéticas son especialmente preocupantes, sobre todo para los niños y los adolescentes, porque los niveles de cafeína suelen ser elevados y/o combinarse con otros estimulantes. Los suplementos de cafeína también conllevan un mayor riesgo debido a la elevada cantidad de cafeína que contiene cada dosis.
Foto de Nathan Dumlao en Unsplash