Cuando pensamos en cuidar nuestro intestino, es posible que nos vengan a la mente probióticos caros o fórmulas de apoyo intestinal. Estos pueden ser útiles para restaurar la capacidad digestiva y reinocular un revestimiento intestinal que ha sido dañado. Sin embargo, a menudo hablo con mis pacientes de una forma sencilla pero eficaz de ayudar a los probióticos que ya habitan en su intestino: las judías.
Sí, recomiendo una variedad de judías. Curiosamente, no se necesitan muchas. Una cucharada es suficiente para ayudar a una familia de microbiota sana. La variedad es importante porque cada alubia tiene un tipo de fibra diferente que ayuda a prosperar a una microbiota distinta. Esto crea el acto de equilibrio que estamos tratando de lograr en el intestino.
Lograr un intestino sano es enormemente importante. Los estudios demuestran que las personas que viven mucho tiempo tienden a tener una gran variedad en el mundo del microbioma en sus cuerpos. Y, de hecho, ¡esos estudios muestran que los centenarios tienden a comer alubias!
Como nota al margen, otro rasgo común entre las personas longevas es su tendencia a someterse a revisiones médicas periódicas, que pueden detectar y corregir desequilibrios intestinales que conducen a problemas mayores. Muchos estudios están empezando a demostrar que la falta de diversidad en el mundo intestinal puede contribuir a infecciones oportunistas e incluso a enfermedades como la artritis reumatoide. La prevención lo es todo.
Ahora bien, ¿cómo pueden ayudar las alubias? Un estudio concreto investigó el efecto de 1 taza diaria de alubias blancas en una población con antecedentes de cáncer colorrectal. El estudio realizó pruebas de referencia y tuvo en cuenta la dieta típica del individuo. Se evaluaron las heces y la sangre cada cuatro semanas. Al cabo de ocho semanas, la diversidad microbiana había aumentado en 20% en los que comían alubias, en comparación con la muestra de participantes de control.
El estudio también descubrió una mayor actividad de los fibroblastos (reparación del tejido conjuntivo en los músculos, tendones y otros tejidos blandos), y muchos marcadores mostraron efectos de equilibrio inmunitario.
Si necesita más razones para comer alubias, pruebe éstas: Las alubias son una forma fabulosa de fibra, proteínas y algunas joyas ocultas como la lisina, que tiene propiedades antivirales.
Mensaje para llevar a casa: Pequeñas cantidades de alubias añadidas a tu dieta pueden tener un gran impacto en tu salud futura. A mí me gustan las judías amarillas, pero también me encantan las moradas.