Este artículo se reproduce con permiso del experto en herboristería Steven Horne.
Puede leer la primera parte aquí.
Una vez cubiertos los aspectos básicos del apoyo natural a las hormonas durante la menopausia, veamos algunos remedios para algunos problemas comunes que pueden aparecer durante esta transición vital.
Sofocos y sudores nocturnos
Los sofocos son el síntoma más común de la menopausia. Los sudores nocturnos son simplemente sofocos que se producen por la noche y provocan una sudoración abundante.
Los sofocos se producen a través del hipotálamo, que regula la temperatura corporal y controla la sangre para determinar qué hormonas se necesitan. Cuando el hipotálamo detecta la necesidad de más estrógenos, envía una señal a la hipófisis para que libere la hormona foliculoestimulante (FSH). Durante la edad fértil, la FSH estimula el desarrollo de un folículo ovárico, que libera estrógenos y envía una señal al hipotálamo y a la hipófisis para que dejen de producir FSH.
Durante la menopausia, cuando no hay óvulos viables que desarrollar, los ovarios no responden con estrógenos. Por lo tanto, el hipotálamo y la hipófisis hacen que se libere más FSH. Esto provoca una liberación de epinefrina de las glándulas suprarrenales, que estimula el hipotálamo y restablece el termostato interno del cuerpo. Esto provoca sofocos, sudores nocturnos y una mayor sensación de ansiedad, que puede traducirse en un aumento de la frecuencia cardiaca y una sensación de palpitaciones en el pecho. Al cabo de un tiempo, el hipotálamo aprende a adaptarse a los niveles más bajos de estrógenos y deja de intentar estimular los ovarios. En ese momento, el problema desaparece de forma natural.
Remedios útiles para los sofocos
Afortunadamente, hay formas naturales de ayudar a equilibrar las hormonas para reducir la gravedad de los sofocos, si no eliminarlos por completo. Pruebe algunos de los siguientes métodos para ver cuáles le funcionan mejor.
El cohosh negro ha ayudado a muchas mujeres con sofocos. Funciona mejor si se toma en pequeñas dosis en forma líquida (5-10 gotas cada 5-10 minutos hasta que remitan los síntomas). Sin embargo, también funciona como parte de una fórmula que contiene una forma de liberación prolongada tanto de cohosh negro como de dong quai.
Muchas mujeres han encontrado útiles los aceites esenciales con efectos estimulantes del estrógeno. Entre ellos se encuentran la salvia sclarea, el pomelo rosa y el geranio. El aceite esencial de lavanda también puede ser útil por sus efectos relajantes. Mezcla unas gotas de varios de estos aceites en un pequeño pulverizador lleno de agua. Cuando experimentes un sofoco, agita bien la botella y rocíate la cara con los aceites. Estos aceites esenciales afectan directamente al hipotálamo a través del sentido del olfato, lo que restablece el termostato del cuerpo y refresca.
Otros remedios posibles son comer una cucharadita de semillas de lino al día o aceite de semillas de lino con alto contenido en lignina. También puede tomar aceite de semillas de lino en cápsulas. El lino tiene un alto contenido en fitoestrógenos y puede indicar al hipotálamo la presencia de estrógenos.
También puede calmar las glándulas suprarrenales tomando una fórmula de complejo B junto con vitamina C. Los adaptógenos Schisandra y astrágalo pueden ser útiles para los sudores nocturnos. Las cápsulas de salvia también pueden inhibir los sudores nocturnos.
Cambios de humor
Los cambios de humor debidos a la modificación de los niveles hormonales son frecuentes en la menopausia. Estos cambios de humor son similares a los experimentados durante los problemas del síndrome premenstrual. Incluyen irritabilidad, ansiedad y depresión.
Para la depresión durante la menopausia, la cimicifuga racemosa suele ser útil. Otra posibilidad es una fórmula que contenga hierbas como perilla, cyperus y raíz de bupleurum.
Para la ansiedad y la irritabilidad, pueden ser útiles el magnesio, el zinc, el folato (vitamina B6) y la vitamina B12. El complejo de vitamina B mencionado anteriormente también puede ser útil, así como una fórmula para el estrés que contenga magnesio, zinc y un extracto vegetal de la planta kana llamado Zembrin®, que tiene propiedades adaptógenas y reductoras de la ansiedad.
Resolver problemas más específicos de la menopausia
Durante la menopausia hay que tener en cuenta otros problemas de salud importantes. He aquí algunos remedios para abordar estos problemas de salud.
Osteoporosis
La osteoporosis es una disminución de la densidad ósea que provoca debilidad del esqueleto. Es un problema común después de la menopausia porque ha disminuido la producción de las hormonas reproductivas que ayudan a mejorar la salud ósea. Sin embargo, hay culturas en las que la osteoporosis no es un problema en las mujeres posmenopáusicas, lo que sugiere que hay otros factores implicados.
La formación ósea consiste en una serie de complejas reacciones bioquímicas que mantienen un equilibrio entre la degradación del hueso viejo y lesionado y la formación de hueso nuevo, fuerte pero flexible. El hueso viejo se disuelve y reabsorbe constantemente, y en su lugar se forma hueso nuevo. Los huesos se debilitan cuando el proceso de desintegración es más rápido que el de formación.
Existe la creencia generalizada de que la osteoporosis está causada por la falta de calcio en la dieta. Si ese fuera realmente el caso, entonces todos los productos lácteos, alimentos enriquecidos con calcio y suplementos de calcio revertirían fácilmente el problema. Sin embargo, el verdadero problema radica en la deficiencia de otros nutrientes necesarios para fijar el calcio a los huesos. Entre ellos están la vitamina D3 y K2, que tienden a ser deficientes en las dietas modernas, junto con los minerales boro, magnesio y manganeso.
Para ayudar a mantener la salud ósea en la posmenopausia, pruebe a tomar una fórmula de apoyo al esqueleto que combine calcio con otros nutrientes necesarios para la salud ósea. Una fórmula para el cabello, la piel y las uñas que contenga hierbas ricas en sílice, como la cola de caballo y la dulse, también puede ayudar, ya que el sílice contribuye a prevenir la fragilidad ósea.
También es importante tener en cuenta que el hueso se construye en respuesta a la necesidad del cuerpo de apoyo estructural. Por eso el ejercicio con pesas ayuda a mantener los huesos sanos. Haz algo de ejercicio y levanta pesos ligeros para ayudar a mantener la salud ósea tanto antes como después de la menopausia.
Sequedad vaginal
Uno de los efectos de la disminución de los niveles de estrógeno puede ser la sequedad vaginal. Si esto es un problema, algunos de los adaptógenos que humedecen los tejidos y favorecen la salud suprarrenal pueden ser útiles. En concreto, pruebe el regaliz, el Shatavari, la Schisandra y el astrágalo. También puede ayudar el uso de hierbas humectantes como el malvavisco o el tilo en forma de té.
Cualquier tipo de ardor, picor, molestia o dolor crónico debe ser examinado por un médico para determinar la causa antes de iniciar un tratamiento.
Salud de la piel y el cabello
La salud de la piel y el cabello puede resentirse durante los cambios propios de la menopausia. Una fórmula para el cabello, la piel y las uñas ayuda a la piel y el cabello a mantener su elasticidad. También debes ingerir una cantidad adecuada de ácidos grasos esenciales omega-3 y las vitaminas liposolubles A, D y E. Éstas ayudan a que la piel se mantenga hidratada.
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